miércoles, 9 de octubre de 2013

Boris Vian por Michel Gondry, La espuma de los días


Saqué la entrada sin mucha convicción, no por mi falta de fe en el bueno de Michel, que ya ha demostrado ser un autor sobradamente preparado tanto en publicidad, (para muestra dos botones):
videoclip musical (excelsas colaboraciones para The White Stripes, Radiohead, The Chemical Brothers, Kylie Minogue  y por supuesto Bjork): 
y cine: Con su ópera prima “Olvídate de mí”, a mí (valga la redundancia) y a muchos otros nos dejó boquiabiertos su originalidad.
Pues si parecía imposible trasladar a la gran pantalla el fascinante espectro Vian, y más aún esta novela, una de las más sustanciosas del poeta, (siempre surrealista, siempre músico también y siempre excéntrico, excesivo y genial), su obra quizás más conocida que constituye una cruel metáfora del amor en su sentido más pleno y romántico. Gondry da un paso hacia delante y sin miedo y haciendo uso de las armas que le caracterizan (creatividad a borbotones), una vez más obtiene nota más que alta. Nota alta y nota jazzística que a veces sube y otras baja (así es el jazz, no se puede atar  a una sola melodía), pero siempre fiel al libro sin improvisación ninguna, porque desde el principio a través de Duke Ellington nos imbuye de que este reto es posible, y a ritmo de lindy hop nos sumerge en ese manantial de imágenes que es la imaginación del autor de “Escupiré sobre vuestra tumba”.
Resaltar la caricatura de Sastre (en la vida real hubo un lío de faldas de por medio), y el maravilloso y tétrico final. Una película más que recomendable. 

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