Vuelvo de los cines Princesa, yo
entraba en el templo cuando Drew Goddard se marchaba ya. Sí, ha
venido a Madrid a presentar su película, y sí, es una pena que por una sesión,
(yo he sacado entradas a las 22:00 y el hacía la premier a las 20:30, en este
emblemático cine de barrio de mi Madrí), me haya perdido su charla. En fin,
otra vez será. Vayamos al meollo de la cuestión, La cabaña en el bosque,
toda una sorpresa en el panorama del cine de terror o ciencia ficción. Me ha
gustado, y por eso aunque mis amigos estén de fiesta, en esta ciudad hoy de
mierda hasta los codos gracias a nuestra alcaldesa, y a una huelga que apesta,
yo llego a casa y me pongo a escribir frente al ordenador. That’s the way I am, and I Will do it my way.
El terror, el miedo, eso que te
lleva al lado oscuro una vez franqueado el umbral del odio (Star
Wars). Me fascina sentirlo. Me
encanta. Me gustan los retos, los desafíos, siempre ha sido así y siempre así
será. Esta película es un homenaje a muchas otras, generadas por ese
sentimiento atávico que nos hace conscientes de nuestra propia mortalidad. Para
mí el miedo es refrescante, es generador del fuego de la subsistencia, es
aquello que provoca en nosotros que despierte la fiera que se afianza con sus
garras a la vida, el superviviente, el que lucha. Eso cuando queda miedo,
porque también se puede dejar de sentirlo, y ser un guerrero en paz. Sentimos
miedo porque tememos lo desconocido, porque el mal existe, porque el demonio
aguarda en nuestro interior intentando arrebatarnos nuestra alma. Sentimos
miedo porque vamos a morir, porque la vida y la muerte son un misterio en sí
mismas y la corrupción de nuestro espíritu es siempre una amenaza que está ahí,
amenazante, acechante a la vuelta de la esquina.
He leído la entrevista a Drew
Goddar del Club Renoir. Dice que desde muy crío tuvo libertad para disfrutar
del género en su plenitud. A mí me pasó lo mismo. Dice que Alien fue la primera
película de terror que vio y le fascinó. A mí también, no puedo estar más de
acuerdo. (Por cierto, homenaje también a la más dura, Sigourney Weaver, en esta
película, la única capaz de freir Aliens a base de coraje y corazón, con dos
huevos, sí señor). Dice que aquella película le hizo salir en busca del miedo.
A mí ponerme a prueba, probar mis límites y arriesgarme, a veces como un
estúpido, siempre me ha provocado. Dice
que ama el género y que quería ofrecer al público divertimento. Sin duda lo ha
conseguido, objetivo logrado. Lo pongo en el pedestal junto a James
Wan, y al sempiterno Sam Reimi (le venero por su Spiderman
I y II, su Arrástrame al infierno y su Boogeyman entre otras),
de los directores con más futuro en esto de asustar a la peña.
Se nota que ha visto mucho cine.
Se nota que es guionista, escritor. No porque esta película te deje un poso
profundo, (eso es lo único que le falla, que le falta, eso y que no asusta
tanto como se podría esperar), sino porque coge el género, le da varias
vueltas, juega con él, lo voltea, le da varios giros, y el resultado es de
enciclopedista, no un chiste, sino una peli que mola un puñao con resultado más que
curioso. No quiero joderle el espectáculo a nadie, no pienso entrar en la
trama, pero sí diré que es más que interesante, que tiene cosas de “El
show de Truman”, y es reflejo de una sociedad que sacrifica a unos para
salvar a otros, y te controla e intenta controlarlo todo, agostando los
espacios de libertad. Algunos ven su serie Perdidos, como la metáfora del
camino del guerrero que el misterioso antropólogo Carlos Castaneda plantea
en sus libros, fruto de su experiencia con los chamanes del antiguo México.
(Por algo las drogas en esta peli abren el camino de la verdad). Yo he leído a
Castaneda, y no es una chorrada más. Increíble sí, sobrenatural también,
esotérico, fantasmagórico… Lo que quieras, pero no es una tontería su águila de
fuego, y ahí lo dejo. El otro día mientras comía con expertos en Seguridad
Informática de Banca, gente con la que trabajo (dirijo una Comisión sobre este
tema entre otras), me comentó un compañero que Guerra Mundial Zeta (guión
de este director), podría ocurrir en cualquier momento, y lo primero que se
iría al carajo serían las comunicaciones. Por otro lado, el mejor modo para
frenar una epidemia sería cortar el transporte. A Drew, le interesa y mucho lo
apocalíptico, lo monstruoso, lo que desde la antigüedad obsesiona al corazón
humano, y es prometedor que haya creadores de talento con esta pasión. Además maneja muy bien el juego de espejos… Quién no entienda esto último igual lo pilla
al ver la peli. Resumiendo, se abrió la caja de Pandora, para algunos esta
cinta será de culto, yo sólo espero poder disfrutar de muchas buenas películas
que vengan después (nunca me canso de lo bueno, siempre quiero más, insaciable
sí señor), y me pongan la piel de gallina, o en el mejor de los casos me hagan estremecer,
masoquista que es uno también.
Puntualizar que el guión es de
Drew Goddard y Joss Whendon, un tipo capaz de escribir Toy Story, Los Vengadores, Alien
Resurrection. O dirigir Mucho ruido y pocas nueces. ¡Atención!
En 2015 dirige los Vengadores II. Qué se puede decir. Está todo dicho.
Del reparto diré que Kristen
Connolly es para mí una belleza y un descubrimiento reincidente (me
gusta desde Revolutionary Road). Chris Hemsworth parece sólido, tras su
Thor se va afianzando. Los demás todos bien. Disfrútenla.
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