viernes, 9 de agosto de 2013

Horizontes de cristal



Me levanto cada mañana
Soñando con pasear descalzo por la playa,
Sin apenas dejar rastro sobre la blanca arena.
Me levanto cada mañana
Y recuerdo ese sueño
que atrás quedó en lo soñado,
Y miro por la ventana el transcurrir
De coches que desgastan el asfalto.
He descubierto que en otros tiempos soñaba como un científico,
Ahora me dejo llevar por lo irrealizable,
Con sueños de un mañana que tarda en llegar,
Y que al tiempo ya está aquí,
a través de mi ventana.
Sueño con desahuciar al ostracismo ciego de la mediana infinitud,
Sueño con un rascacielos de idiolatrías paganas y con el templo,
Sueño lo más inconcebible de la realidad,
Sueño con tormentas en la tempestad.
Sueño con pasión.
Me hermano con el espejismo y camino sin aparente razón
Hacia los reductos que deja el alma inexplorada.
Sueño con caballos ardiendo bajo el mar,
Sueño entre musas y sirenas,
Sueño con espacios de vida en estado de pura libertad,
Sueño con los brazos en alto abrazando el mundo de la irrealidad.
Sueño con el amanecer del primer final,
Sueño entre lo ignoto y la desesperanza,
Entre el silencio y la crueldad, que recorre cada palmo de voz y cada sueño.
Sueño con expresar lo inexpresable, la inexorable verdad.
Sueño impunemente dentro del mundo hecho de ingratitud
Aquello que deja el velo entrever de la sinrazón humana,
Sueño, y los días se van, pero otros vendrán.
Y me pasa que la vida se convierte en sueño,
y ya no es vida, es sueño,
Y para mi es más real.
Rubaiyat.
El horizonte queda tejido por infinitos destinos,
La vida se magnifica,
Como un castillo de mármol a los pies de un acantilado.
Y no existe nada comparable, ni mayor levedad.
Expulsado hacia los confines, de una historia sin retorno y sin principio.

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